¿Por qué cree que no se aprobó el presupuesto del 2010?
Eso es un as bajo la manga para el Gobierno, porque ahora tiene más elementos para presionar sobre la necesidad de una reforma tributaria, por esos Q2 mil millones adicionales.
Pero nada los obliga a gastar los Q49 mil millones; pudieran erogar los Q47 mil millones que originalmente tenían contemplados para el 2010.
Otro punto es que a este presupuesto —2009— le eliminaron los candados para las transferencias. Si vuelve a regir este, volvería a tener un gran bolsón de recursos donde transfieren dinero de un lado para otro, sin tener control. Entonces, cualquier mejora que se pudiera haber puesto en el 2010 quedó en suspenso.
¿Cómo se puede notar que es un as bajo la manga, o una estrategia?
Primero hay que tener claro que para el presupuesto del 2009 fue aprobado un monto en términos redondos, de Q50 mil millones. Finalmente, la inversión de este año va a estar en torno a los Q45 mil millones.
Si el Gobierno pudiera utilizar el monto global de Q50 mil millones y querer justificar la reforma tributaria, en el sentido de que le hacen falta todos los ingresos necesarios —entre el monto que tienen hoy de ingresos tributarios y los Q50 mil millones—, entonces ahí el hoyo fiscal sería de Q9 mil millones.
Es decir, pudieran hacer ver de que es un boquete gigantesco, pero deben rebajar sus expectativas de gasto, como máximo, a la erogación que tuvieron este año.
¿Qué opciones tiene el Ejecutivo para buscar financiamiento?
La primera opción sería recortar el gasto público en áreas no prioritarias y enfocarlo hacia donde verdaderamente se necesita, seguir mejorando en transparencia y combate de la corrupción, y entrarle a cuestiones como la defraudación tributaria en aduanas, que es un asunto que el sector privado ha mencionado.
Finalmente, salir a buscar financiamiento; pero ahí hay que recordar que ya venimos en una trayectoria de endeudamiento bastante pesada. Creo que ya podríamos estar entrando en una situación riesgosa, si eso continúa.
¿Qué medidas pueden tomar para gastar los Q47 mil millones que se habían planteado originalmente, y no Q49 mil millones?
Primero no debieran ser los Q47 mil millones que se habían proyectado, sino los Q45 mil millones que gastaron este año. En el 2004, al gobierno de —Óscar— Berger le pasó lo mismo . Y en el 2007, también.
Ahí lo que tienen que hacer es fijar techos de gasto de acuerdo con los ingresos y financiamiento que se tengan.
Si lo quisieran hacer más responsablemente, habría que quitar donde los recursos sean menos productivos.
¿En qué tipo de endeudamiento debe ser el Estado más moderado?
Si se pudieran conseguir deudas con organismos, esa deuda es más barata y a más largo plazo, pero me parece que los cupos de endeudamiento del Gobierno no están tan abiertos y, en todo caso, hay que recurrir a bonos, cuya característica es que es vía la tasa de interés que se consiguen los recursos, lo cual encarece la deuda del Gobierno y compromete más el gasto público. Pero, por otro lado, también le pone presión a la tasa de interés que el sector privado tiene que pagar.
Otro problema que podría darse el otro año sería cuando el Gobierno tenga que renegociar el Listado Geográfico de Obras, porque eso se hizo en el 2009, y para el presupuesto del 2010 esas obras ya se efectuaron.
Eso es un as bajo la manga para el Gobierno, porque ahora tiene más elementos para presionar sobre la necesidad de una reforma tributaria, por esos Q2 mil millones adicionales.
Pero nada los obliga a gastar los Q49 mil millones; pudieran erogar los Q47 mil millones que originalmente tenían contemplados para el 2010.
Otro punto es que a este presupuesto —2009— le eliminaron los candados para las transferencias. Si vuelve a regir este, volvería a tener un gran bolsón de recursos donde transfieren dinero de un lado para otro, sin tener control. Entonces, cualquier mejora que se pudiera haber puesto en el 2010 quedó en suspenso.
¿Cómo se puede notar que es un as bajo la manga, o una estrategia?
Primero hay que tener claro que para el presupuesto del 2009 fue aprobado un monto en términos redondos, de Q50 mil millones. Finalmente, la inversión de este año va a estar en torno a los Q45 mil millones.
Si el Gobierno pudiera utilizar el monto global de Q50 mil millones y querer justificar la reforma tributaria, en el sentido de que le hacen falta todos los ingresos necesarios —entre el monto que tienen hoy de ingresos tributarios y los Q50 mil millones—, entonces ahí el hoyo fiscal sería de Q9 mil millones.
Es decir, pudieran hacer ver de que es un boquete gigantesco, pero deben rebajar sus expectativas de gasto, como máximo, a la erogación que tuvieron este año.
¿Qué opciones tiene el Ejecutivo para buscar financiamiento?
La primera opción sería recortar el gasto público en áreas no prioritarias y enfocarlo hacia donde verdaderamente se necesita, seguir mejorando en transparencia y combate de la corrupción, y entrarle a cuestiones como la defraudación tributaria en aduanas, que es un asunto que el sector privado ha mencionado.
Finalmente, salir a buscar financiamiento; pero ahí hay que recordar que ya venimos en una trayectoria de endeudamiento bastante pesada. Creo que ya podríamos estar entrando en una situación riesgosa, si eso continúa.
¿Qué medidas pueden tomar para gastar los Q47 mil millones que se habían planteado originalmente, y no Q49 mil millones?
Primero no debieran ser los Q47 mil millones que se habían proyectado, sino los Q45 mil millones que gastaron este año. En el 2004, al gobierno de —Óscar— Berger le pasó lo mismo . Y en el 2007, también.
Ahí lo que tienen que hacer es fijar techos de gasto de acuerdo con los ingresos y financiamiento que se tengan.
Si lo quisieran hacer más responsablemente, habría que quitar donde los recursos sean menos productivos.
¿En qué tipo de endeudamiento debe ser el Estado más moderado?
Si se pudieran conseguir deudas con organismos, esa deuda es más barata y a más largo plazo, pero me parece que los cupos de endeudamiento del Gobierno no están tan abiertos y, en todo caso, hay que recurrir a bonos, cuya característica es que es vía la tasa de interés que se consiguen los recursos, lo cual encarece la deuda del Gobierno y compromete más el gasto público. Pero, por otro lado, también le pone presión a la tasa de interés que el sector privado tiene que pagar.
Otro problema que podría darse el otro año sería cuando el Gobierno tenga que renegociar el Listado Geográfico de Obras, porque eso se hizo en el 2009, y para el presupuesto del 2010 esas obras ya se efectuaron.