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domingo, 14 de marzo de 2010

Continua El Budismo...

Fundamentos budistas

También llamado el Dharma (en sánscrito, significa: soporte, apoyo, lo que mantiene, la ley, la verdad, la auténtica naturaleza de la realidad, el camino), los Fundamentos budistas son la base de las enseñanzas del budismo.

A pesar de una enorme variedad en las prácticas y manifestaciones, las escuelas budistas comparten principios filosóficos comunes. El estudio más profundo y la práctica más intensa, solía limitarse en oriente a las órdenes monásticas. En la actualidad sólo el budismo theravāda tiene un énfasis en la vida monástica a detrimento de la vida laica. Las otras corrientes desarrollan y elaboran sobre determinados aspectos del budismo original de la India.21

Todos los elementos de las enseñanzas filosóficas fundamentales se caracterizan por estar estrechamente interrelacionados y contenidos en otros, por lo que para alcanzar su entendimiento se necesita una visión holística de su conjunto. Además, se suele subrayar el hecho de que todas las enseñanzas son solo una manera de apuntar, guiar o señalar hacia el Dharma, pero del cual debe darse cuenta el mismo practicante. El Dharma solo puede ser experimentado o descubierto de manera directa a través de una investigación y disciplina práctica personal.

Puntos importantes para entender el camino budista

Algunas ideas erróneas sobre el budismo

El "despertar" budista no es debido a una revelación divina, sino que se produce como un descubrimiento directo y personal de la realidad última. Un Buda no es un dios, ni un mesías, ni un profeta. El budismo no afirma a un creador del universo como causa última de la realidad, y sus enseñanzas no son percibidas por sus seguidores como dogmas.

El problema del que parte el budismo

El propósito del Budismo es la erradicación definitiva del sufrimiento, insatisfacción vital, o descontento que se manifiesta de manera inevitable en uno u otro momento de la vida. Acorde al pensamiento budista, la causa de la insatisfacción (frustración, tensión, etc..) es el deseo (‘sed‘ entendido como los movimientos de la voluntad para la aproximación o el rechazo, surgiendo aferramiento, aversión, temor, etc...).

Todas estas ‘pasiones‘ se desarrollan por un "yo" que es vivido como totalmente existente y que de ese modo los padece. Pero debido a que el "yo" es una entidad que depende de varios factores para poder existir, es considerado en el budismo como una ilusión que depende de ellos. Es por tanto un efecto que surge de la ‘ignorancia‘, es decir, de una percepción errónea de la vida, la existencia y el ser. El "yo" es por tanto mantenido como el resultado de un proceso continuo de cinco agregados que varían a cada instante.

Cuándo estaría solucionado el problema según el budismo

El cese definitivo de este problema se da, según el budismo, tras el ‘despertar‘, que ocurre como resultado del cultivo (Bhavana) de las enseñanzas de Buda. Este despertar supone el cese de una errónea posición respecto a la realidad y la vida. Este cese se produce según algunas escuelas budistas mediante un aprendizaje progresivo y según otras mediante un aprendizaje centrado en la intuición y la espontaneidad. Ese cese (Nirvana) implica que la persona ‘se da cuenta‘ por él mismo de manera directa de la verdadera naturaleza de la realidad y de él mismo. El despertar consiste pues en la experiencia directa más allá del entendimiento intelectual de que los objetos y fenómenos de la realidad (incluida la propia persona) no existen exactamente de la manera en que eran vividos anteriormente.

Esta experiencia de transformación lleva a un nuevo estado no expresable con conceptos o palabras; en donde se alcanza el potencial innato ‘desvelando‘ una profunda e inherente sabiduría y compasión por todos los seres vivos.

Cómo propone el budismo resolver el problema. La práctica

Al ser imposible explicar con el lenguaje este nuevo estado, las enseñanzas resaltan que sólo pueden señalar o indicar al seguidor cómo alcanzarlo por sí mismo. Con este fin, el budismo prescribe un método, o ‘camino‘, con el que se intenta evitar los extremos de una búsqueda excesiva de satisfacción por un lado, y de una mortificación innecesaria por el otro. Este camino comprende la sabiduría, la conducta ética y el entrenamiento o cultivo de la ‘mente y corazón‘22 por medio de concentración,23 atención y la plena consciencia del instante presente24 de manera continua.

Las Tres Características de la Existencia (Tri-Laksana)

Esta enseñanza fundamental del budismo explica cómo es la naturaleza de los fenómenos y objetos del mundo percibido, los cuales poseen tres características universales:

• Sabbe Samkhara Anitya: transitoriedad, cambio o inestabilidad.

• Sabbe Dharma Anātman: insustancialidad, "no-yo intrínseco" o inexistencia de un sí-mismo inmanente.

• Sabbe Samkhara Duḥkha: cualidad de producir descontento o insatisfacción.

La práctica budista considera que la liberación del individuo no consiste únicamente en un conocimiento lógico, teórico o intelectual de estas tres realidades, sino en su comprensión y aceptación interna, auténtica y plena.

Karma: Causa y Efecto

Según el budismo, toda acción intencionada (karma) crea uno o varios efectos que aparecen cuando las circunstancias son proclives, a lo que se llama maduración (vipaka) o fruto (phala). El karma en aplicación a la doctrina budista se refiere a cualquier acción de habla, cuerpo o pensamiento. Por tanto los movimientos ajenos a la volición o la intencionalidad - como ocurre en el caso de actos reflejos - son neutrales kármicamente. Sin embargo, cualquier movimiento de la voluntad es karma aunque no sea consciente.

El "buen" y "mal" karma se distinguen de acuerdo a la raíz de las acciones. En el Kukkuravatika Sutta25 Buda clasifica el karma en 4 grupos:

• 1 - oscuro con resultado oscuro.

• 2 - brillante con resultado brillante.

• 3 - oscuro y brillante con un resultado oscuro y brillante.

• 4 - ni oscuro ni brillante con un resultado ni oscuro ni brillante.

La oscuridad (el mal) no puede dar lugar a un brillante (feliz) resultado, pero aun así el karma puede estar mezclado debido a una variedad de motivos buenos y malos.

El karma en el budismo explica también las diferencias por las que los seres tienen una vida más o menos larga, riqueza, belleza, salud o sabiduría. En el Cula-kammavibhanga Sutta26 Buda explica que éstas cosas no existen por casualidad sino por el karma. El karma es una ley para explicar un mecanismo en el que está ausente un ser conciente que juzgue. Así, en el Mahakammavibhanga Sutta27 Buda explica los 4 tipos de personas que deben distinguirse respecto al karma y su destino previsible:

• 1 - quien hace el mal y va a un infierno, estado de deprivación o un renacimiento inferior.

• 2 - quien hace el mal y va a un cielo, estado feliz o renacimiento superior.

• 3 - quien hace el bien y va a un cielo, estado feliz o renacimiento superior.

• 4 - quien hace el bien y va a un infierno, estado de deprivación o un renacimiento inferior.

nótese que cielo e infierno no están expresando exclusivamente el destino tras la muerte, sino estados luminosos y felicidad o bien de oscuridad e infelicidad, que existen también en vida como efectos de acciones previas. El mecanismo del karma supone por tanto un reflejo bastante fiel de la realidad, no siempre considerado justa y en donde a las acciones buenas o malas no les sucede siempre el efecto deseado.

La doctrina de karma budista no es totalmente determinista ni fatalista. Karma no significa destino ni predeterminación, ya que no existe un automatismo ciego en la voluntad respecto a las tendencias mantenidas y no es posible anticipar que ocurrirá. La práctica budista además permite tomar observación y consciencia de este funcionamiento para ocasionar un distanciamiento respecto a esas tendencias. El karma no se debe entender como castigo al igual que tampoco lo hacemos, por ejemplo, con el ADN. Karma es una más de las cinco tipos de condicionalidad o procesos lógicos del Universo (niyamas). Condicionalidad 1. inorgánica, 2. orgánica, 3. psicológica, 4. moral y 5. Trascendental. Estos tipos de condicionalidad son impersonales y no hay intervención divina en ellos. Del mismo modo que la ley de la gravedad no requiere intervención divina. Algunos tipos de condicionalidad son inmutables: ni siquiera un Buda puede escapar de ser afectado una vez que ya nació y tiene un cuerpo.

¿Cómo funciona el karma?

El rol de actuación de la persona respecto al karma se circunscribe en la explicación budista sobre la experiencia de la realidad y como la individualidad se expresa. En el Abhidhamma Pitaka se describen 52 factores mentales (cetasikas) que surgen en varias combinaciones para dar lugar a 89 posibles estados de consciencia (cittas). Desde aquí se consideran 4 elementos físicos primarios y 23 fenómenos físicos que se derivan de ellos. En éste escenario existen los movimientos de la voluntad, y es en donde se condicionan o refuerzan hábitos y tendencias (samskara) para crear, de manera acumulativa, lo que se nos aparece como nuestra personalidad o carácter. El proceso resumido de todo ello y que explica el Karma respecto a la acción sera resumido como: 1. Samskara o predisposición, 2. Karma o acto volitivo y 3. Vipaka o fruto; resultado. El resultado de nuestras acciones nos otorga una experiencia que promueve nuevamente una disposición Samskara, y así continúa.

En el budismo, las diferencias entre las acciones volitivas se expresan sólo en términos de habilidad o destreza. Si las motivaciones o raíces (mula/hete) corresponden con alguno de los Tres Fuegos (véase Duhkha) son torpes por ser malsanas y perniciosas (akuśala), y si corresponden a sus opuestos son hábiles por ser saludables (kuśala). Sin embargo, el objetivo de la práctica del renunciante (véase Nekkama) budista no es la de producir más de un tipo de karma (más mérito) y menos de otro (menos castigo), sino el de dejar totalmente de producir karma alguno para acabar con el ciclo de renacimiento. Más allá de esta breve explicación, existen varios comentarios alrededor del karma que lo clasifican en diferentes tipos para su comprensión más detallada.28

El funcionamiento del karman es extremadamente complejo; su resultado exacto y preciso es imposible de predecir y no siempre se manifiesta de manera inmediata, ya que su maduración depende de las circunstancias. El karman tampoco es una explicación a la mala fortuna, debido al gran número de variables y fuerzas involucradas.



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